Roberto Bautista corre más rápido que el reloj en el Abierto de Australia. El español firmó este jueves el partido más corto de la jornada, venciendo por por 6-1, 6-0, 6-2 al alemán Philipp Kohlschreiber en una hora y 28 minutos de juego. Enfrentado al superviviente más veterano del cuadro, con 38 años al otro lado de la red, el de Castellón no mostró piedad alguna para abrirse paso bajo el sol de Melbourne Park.
“Me veo bien, pero también soy consciente de la dificultad que tiene esta competición”, explicó el español con prudencia. “Aquí cada día empiezas de cero. Ayuda venir con buena dinámica y haciendo las cosas bien, pero cada día hay que volver a remar. Aunque vengo en buena línea, eso no me asegura nada de cara a la siguiente ronda”.
Y es que Bautista sigue viviendo una veteranía repleta de éxito en el circuito, buscando a los 33 años una segunda juventud en las canchas. Aunque su la primera victoria de su carrera en Grand Slam no le llegó hasta los 24 años, una edad bastante superior a la media, el levantino ha sabido forjar una sólida trayectoria a fuego lento.
Desde que venciera al italiano Fabio Fognini en Melbourne durante un épico partido a cinco mangas en 2013, Bautista ha convertido su nombre en un sinónimo de solidez en los Grand Slam. En su espalda descansan unas semifinales de Wimbledon, unos cuartos de final del Abierto de Australia y múltiples visitas a la segunda semana en todos los grandes, un currículo que firman pocos compañeros en el vestuario.
A pesar del tiempo que necesitó para tirar la puerta, en Australia tendrá la oportunidad de colocar su nombre en la historia del tenis español. Cuando regrese a la pista el sábado, Bautista aspirará a convertirse en el octavo jugador español que firma 70 triunfos individuales en Grand Slam. Solamente Carlos Moyà (78), Feliciano López (98), Juan Carlos Ferrero (99) , Tommy Robredo (107), Fernando Verdasco (113), David Ferrer (145) y Rafael Nadal (293) cruzaron ese umbral.
“Poder estar cerca de los mejores españoles de la historia para mí es un orgullo”, declaró el español, emocionado ante la oportunidad de firmar una gran marca. “Soy una persona muy dedicada a mi trabajo, con una pasión y una ilusión muy fuertes. Me levanto cada día a querer mejorar y estar en los puestos de arriba”.
Con este hito en mente, el español busca su oportunidad para resarcirse en el primer major de la temporada. Un año atrás, afectado por una lesión abdominal, Bautista cedió en la primera ronda del torneo ante el moldavo Radu Albot. Fue una excepción en una hoja de servicios marcada por la solidez, apenas su quinta caída en el debut en un torneo del Grand Slam.
“Esto es un deporte muy complicado, estar ahí arriba cada es muy difícil. Es algo que valoro, porque soy consciente de la dificultad que tiene. Para poder estar en estos torneos me cuido cada día”.
Bautista se enfrentará en la tercera ronda del Abierto de Australia al cabeza de serie No. 20 Taylor Fritz. El estadounidense se impuso a su compatriota Frances Tiafoe por 6-4, 6-3, 7-6(5) en uno de los choques más esperados de la jornada.
El español domina por 5-1 el historial ATP Head2Head sobre el norteamericano, al que ya derrotó en el único precedente de Grand Slam sobre la arcilla de Roland Garros.
“Va a ser un partido duro. Viene acabando el año pasado muy fuerte. Es un jugador que tiene golpes muy duros, un gran primer saque. Debo jugar agresivo, intentar influir en él al máximo. La ronda de hoy me va a ayudar de cada al siguiente partido. Estaré a tope de energía y con ilusión de jugar la tercera ronda”.