La sentencia resulta reveladora. La expresión es una especie de autodefinición por parte del deportista FER, uno de los valores emergentes del tenis de la Comunitat Valenciana.
“Creo que uno de mis puntos fuertes es mi gran competitividad. Aunque no tenga mi mejor día, soy tremendamente luchador. No doy ninguna bola por perdida; en realidad, cuando estoy dentro de una pista, proyecto mi carácter y mi forma de ser: soy trabajador, constante y honesto”,
comenta Carlos para presentarse.
El joven tenista valenciano vivió muchas alegrías en 2018. Por ejemplo, se proclamó campeón de España junior. O fue subcampeón de Europa junior en la European Summer Cups con la selección española. O llegó a los cuartos de final del Torneo ITF Roland Garros junior de París. Con todo, una de las mejores experiencias y, al tiempo, uno de los principales recuerdos en la incipiente carrera deportiva de Carlos López Montagud se localizó en Valencia, en su tierra natal. Fue en el mes de abril del pasado año. Carlos participó como sparring del equipo español que superó, de forma agónica, a Alemania en los cuartos de final de la Copa Davis. “
“Por mucho que pasen los años, difícilmente olvidaré esa vivencia. Además, por muchos motivos. Por el angustioso desenlace de la eliminatoria, por celebrarse en mi ciudad, por el mágico ambiente que se generó en la Plaza de toros, y por el privilegio de poder estar tan cerca de mis ídolos, Rafa Nadal y David Ferrer, aunque realmente los admiro y aprendí de todos”
señala Carlos.
El deportista FER se inició en el tenis siendo un niño.
“Empecé con tan sólo 4 añitos. Mi madre quería introducirnos en la práctica deportiva y nos apuntó a mí y a mi hermano al Club de Tenis Algemesí. En cierto modo, estaba un poco predestinado. Mi abuelo ya lo practicaba”
explica López Montagud. Como buen tenista español, la superficie favorita de Carlos es la tierra batida. Y su Grand Slam preferido, Roland Garros.
Con respecto a aspectos técnicos, el deportista FER considera que su principal acción es el golpe de derecha. Por contra, aún le quedan detalles psicológicos por mejorar, “ya que el tenis precisa de decisiones rápidas que pueden decidir partidos”, apunta Carlos.
“De mi deporte, me gusta que es una disciplina individual. Por tanto, en gran medida, el éxito y el fracaso depende de uno mismo. También me quedo con los valores, el rigor y la disciplina que me aporta. En la parte negativa, lo que menos me gusta es que es un deporte caro y que, cuando llegas a ciertos niveles, te obliga a estar mucho tiempo, demasiado, fuera de casa”,
indica Carlos.
De momento, los mejores resultados cosechados en 2019 han sido una triple presencia en las semifinales de otros tantos ITF 15.000$, los celebrados en Murcia (a finales de marzo), en Las Palmas de Gran Canaria (a principios de mayo) y en Xátiva (a principios de agosto). Además, en abril, se proclamó campeón de España Universitario con la Universidad de Valencia, entidad en la que Carlos cursa el Grado en Fisioterapia. Seguidor de otros deportes como el fútbol y el motociclismo, al tenista FER le gusta, cuando puede, asistir al cine. Carlos sabe que el tenis es un terreno selvático, salvaje e implacable. Pero no va a dejar de intentarlo.