El alicantino Rubén Ramírez Hidalgo acaba de sumar su victoria número 400 en el Challenger Tour, es decir, en la segunda categoría de torneos del circuito profesional de la ATP. Ha sido en Chengdu (China), donde disputaba un torneo dotado con 125.000 dólares, ante el croata Ante Pavic, en un partido duro y complicado, por 7-6 (5), 4-6 y 6-4.

Rubén Ramírez, de 38 años, se ha convertido en el único jugador en la historia del circuito que ha ganado, nada más y nada menos, que cuatrocientos partidos en torneos Challenger.

Para ello, como no, hablamos de un tenista de largo recorrido, que comenzó como profesional en 1998, hace 18 años.

Desde entonces, ha ganado un sinfín de torneos de categoría Futures(siete títulos) de la ATP y también Challenger (once títulos).

Su mejor temporada fue en el año 2006, en el que llegó a situarse en el puesto 56 de la ATP, temporada en la que estuvo cerca de hacerse con un torneo importante, en tierra batida, su superficie preferida, incluso llegó a cuarta ronda de Roland Garros, donde le cerró el paso, el también alicantino David Ferrer. Este año, ha llegado a dos finales, ambas perdidas, en Turquía y en Uzbekistán

Este año continúa instalado en el puesto 231 de la ATP, jugando torneos, más Challenger que Futures, con un resultado de 22 ganados y 14 perdidos, en los primeros, y 7-3, en los segundos.

Su mejor resultado este año, en el que lleva jugados veinte torneos, fueron las finales del Challegenger de Samarkand (Uzbekistán) y el Future de Mersin (Turquía), donde cayó derrotado en ambos.

En estos más de siete meses de temporada, Rubén Ramírez ya ha viajado a países como Argentina, Brasil, República Dominicana, México, Chile, China, Uzbekistán, Italia, Turquía, Bulgaria, Rusia, Eslovaquia, Reino Unido, Polonia y Finlandia y ahora, de nuevo, China. 

Rubén, aunque demuestra cada semana que tendría cuerda para llegar a los 40 años en una pista de tenis, por supuesto de arcilla, ya anunció a principio de año que posiblemente éste sería su último año en el circuito profesional. Algo que ya se verá.